ALGO DE HISTORIA






 El amor fue el principal motivo de mi llegada a Valencia, Y sigue siendo la razón para estar aqui.


                 


 


El RiFF, donde rompe el mar contra las rocas, fue realmente fundado en 1993, aunque por aquel entonces le llamábamos El Ángel Azul. Un pequeño aunque exquisito secreto que pocos conocíamos, y que hoy es un restaurante chino ubicado en la calle de la que Bernd Knöller nunca ha sido capaz de escaparse. Unos pocos siguen recordando la pizzería Sorrento, donde Bernd trabajó antes de jefe de cocina, probablemente debido a las chips de patatas fritas rellenas de filetes de sardina, pero esa es otra historia.

El 10 de septiembre del 2001 inaugura finalmente el RiFF que pronto se convertiría en uno de los restaurantes más famosos de Valencia. Ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces, a pesar de los períodos secos, hoy, Bernd y su equipo son sinónimo de sabores poderosos, emocionantes e inesperados, y siguen incansablemente proponiéndose sorprendernos con todo tipo de inspiraciones.

Buscamos los mejores ingredientes, no los más caros, y sabemos que estos no pueden serlos mismos todos los días. Nuestra obsesión es el arroz, el fuego y las hierbas, que combinamos con las más frescas verduras y pescados, por supuesto, provenientes del Mediterráneo y de sus hermosos huertos cercanos, para darles con nuestro arte más valor.

Seamos claros, no hay malas piezas, solo preparaciones inadecuadas.

Aprendemos a adaptarnos al producto para sacar su máximo potencial, y desde ahí, emplatarlo con esmero.
Nos encantan las cosas simples y trabajamos duro para que, deliciosas, sorprendan vuestros paladares. Nos inspira la pasión y el amor que transmiten los paelleros, los sabios plancheros, los pequeños, aunque bien llevados bares que sobreviven con ideas locas. Las abuelas y los abuelos que cocinan, incansables, con amor y tiempo dejan en nuestra cocina su legado. Todos ellos son grandes ejemplos en el RiFF y guardamos un gran respeto y admiración para todos aquellos que dedican sus vidas haciendo del mundo un lugar más delicioso.

Creemos sinceramente que la diversión al comer con el buen rollo del lugar y la compañía son elementos indispensables en la experiencia de nuestra gastronomía, forman parte de la cocción, razón por la que hemos tirado las paredes abajo. 

No hay nada más apasionante que un menú lleno de sorpresas vividas en un ambiente de alegría y emociones sinceras. Asuman su parte, a fin de cuentas ese será el recuerdo del menú de hoy.