Steve Anderson, cocinero y gastrónomo, es una de las personas que más admiro, y además le considero un muy buen amigo.
Es un gran compañero del camino de la vida, esa vida loca, esa vida gastronómica.
Tiene una gran capacidad de reflexión, de analizar y de rectificar en cuanto nota que se ha equivocado. Me encanta su valentía de hacer cambios abruptos. Steve es políticamente correcto, aunque no estoy del todo seguro si eso es una virtud o no.
De todas maneras, para mí lo más importante es que sea un gran anfitrión y me lo paso genial en los viajes y comidas con él, y es la persona con quien más me río – su humor seco, muy inglés, es sublime.
En este podcast muy largo (¡otra vez!), hablamos de felicidad, de fracasos y éxitos de la vida, y del luto de los ingleses, como no…