#4 Las “pequeñas LOCURAS” de Bernd
¡MENUDO
PREMIO
recibimos de LAS
PROVINCIAS!
El lunes dos de junio fue la entrega de los premios del Periódico Las Provincias de la simpática sección “Historias de un Delantal”.
Fue Jesús Trelis, hoy redactor jefe, quien tuvo hace ya muchos años (no sé, ¿15 o 20?) esa idea de comentar sus pensamientos sobre restaurantes en un contexto donde no prima la crítica, como es habitual, sino el buen rollo, las sensaciones vividas, el esfuerzo y la dedicación. Según él, si algún sitio no le gusta, no escribe sobre él, así de fácil.
Con los años, se ha convertido en una sección muy apreciada. Ya no siempre escribe Jesús, pero ha conseguido transmitir este espíritu tan agradable y benévolo a sus colegas, como Almudena Ortuño, Vicente Agudo y más, lo que da gusto.
Los premios “La edición de los valientes” de este año fueron para la panadería Forn Baixauli, que “sobrevivió” a la DANA; para el exitoso Bar Barbaric, que sorprende con su estilo desenfadado y buenos vinos naturales, y más en un barrio como Patraix. Otros fueron para unos microtostadores de Café que no conozco y que se llaman Foc; para un restaurante en el Cabanyal llamado Xaruga, que voy a visitar pronto (aunque cierra los mismos días que nosotros: domingos y lunes); y para Germán y Carito, esa pareja con una energía arrolladora que ya ha abierto muchos restaurantes (como Doña Petrona, La Oficina, Maipi…). Su locomotora se llama Fierro y tiene una Estrella Michelin.
El último premio fue para mí, o sea, para el RiFF.
Supuestamente, iba a ser un premio sorpresa, pero esto es Valencia, y aquí es difícil guardar un secreto. Y justamente eso, esa ligereza de vivir, esa alegría, es lo que me sigue enamorando de esta cálida ciudad.
Además, el sábado, dos días antes de la fiesta, encontré mi cara en la portada (!!!) del periódico. (Aqui puedes leer el texto
En mi breve discurso de agradecimiento a Jesús y su equipo, a mi equipo del RiFF y a mi familia, comenté también la última vez que estuve en una portada, hacía casi justo 31 años. Fue en la Cartelera Turia, junto con Tito Albacar (gran cocinero, desgraciadamente ya fallecido) y Valter, el marido de Mar Barba.
Mar, quien llevaba muchos años y con mucho éxito el restaurante Alghero, debería haber estado en la foto en lugar de Valter, quien desapareció pronto del panorama.
Cogí unas partes significativas del texto que ilustraban aquellos tiempos y las leí:
11 de julio de 1994,
Cartelera Turia, por 125 pesetas.
“Renovación Culinaria en Valencia
Milagro en Valencia
Cartelera Turia, por 125 pesetas.
“Renovación Culinaria en Valencia
Milagro en Valencia
…una pequeña revolución en el mundo de los restaurantes que tiene todas las trazas de consolidarse. El primero en iniciar las hostilidades contra un sistema gastronómico caduco, aburrido y mediocre —con las excepciones ya conocidas: Óscar Torrijos, Eladio, Kailuze o San Nicolás— fue Tito Albacar y su hermano Salva…
… En cuanto al cocinero alemán Bernd Knöller, de 31 años, que trabajó en los últimos estertores de Ma Cuina, comenzó en Sorrento en marzo de 1992, una pizzería…
Bernd deseaba autonomía profesional y creativa —por añadidura el local era inapropiado y sito en un barrio triste y sin actividad (¡La calle Sueca en Rusafa! Hoy justamente lo contrario)—, se decidió a dar el salto, y abrió El Ángel Azul, en la calle Conde de Altea, en Valencia.
… Estos tres jóvenes representan no ya el futuro, sino el gozoso presente de la renovación culinaria en Valencia, ciudad que, con las excepciones pertinentes, se ha visto martirizada por los malos arroces, la abominable paella, la cocina de hotel, el uso masivo de féculas para ligar, de nata y de mantequilla a discreción, o por la llamada cocina «internacional», verdadero azote de Atila. No hablo de la funesta plaga de «chinos» y pizzerías, sin parangón en toda España.”
Firmado por un tal Ibn Razin
¡Qué tiempos!
Realmente, como me decía un amigo: un largo viaje para una corta vida.
Eso es todo ¡Hasta pronto!!!