Por Bernd Knöller
Pues ya me parece suerte poder comprar allí estos pescados recién pescados, como rapes, mabras, pajeles, lenguado y un montón más; también langostas, gambas, pulpos, etc. Claro, pero hace unos días había una ¡cherna de 8 kilos! ¡Qué suerte! Es como el mero, y realmente también le llaman mero de roca.
La dejamos colgar 5 días en nuestro frigorífico Dry Ager (que nos permite controlar perfectamente la humedad y la temperatura), porque esas piezas grandes necesitan unos días para tranquilizarse, y la acabamos a la brasa y la gente flipaba.
Lo solemos acompañar con herido de mar y algas, pero creo que si encuentro otro pescado tan extraordinario lo serviremos solamente con un poco de aceite de oliva y unas hierbas como las hojas de mostaza, o mejor, unas flores de romero, que está ahora como nunca.
Os aviso antes 😉